Le baiser immortel  

sábado, diciembre 30, 2006

No somos más que huesos, músculos, venas, arterias, nervios, y otras diversas cosas. Muy ordenaditas, eso sí, en un espacio pequeñito (abstenganse los Gasol correspondientes), muy organizado todo, en sus puestos con sus funciones y sin quejas. De vez en cuando alguno se despista y surge la enfermedad, pero ¡oye!, un día malo lo tiene cualquiera. Perfectas máquinas de matar con defensa nula. Tan fáciles de destruir.
Caminas por la vida aferrado a tu inteligencia (aunque algunos solo usen el instinto) sin pensar que el más pequeño golpe puede mandarte con aquel al que le rezas solo en determinadas fechas y cuando conviene. Que la boca se hizo para pedir y no vamos a desaprovechar la oferta: 3x2 en milagros del cielo, que para eso es Navidad.
Y de repente, un día, surge ese beso que desafía a la naturaleza misma. Ese intenso, a solas, que se da a la persona más especial. Un beso donde no existe movimiento ni juegos de lenguas, solo roce de labios amantes. Entonces, todo ese mecano de pequeñas e infinitas piezas tirita. Aprietas los ojos nublando la vista, dejas de oir cualquier ruido, ni hueles, ni saboreas nada. Dejas de respirar, de hablar, de pensar, ni siquiera te mueves. Solo te hundes en el tacto de otro labio distinto al tuyo, hasta que dejas de saber distinguirlos. Y aprietas tanto como puedes deseando ser uno. Te quedas así por unos momentos, unos segundos que parecen más largos. Y todas tus células cesan su metabolismo: olvidandose de tí y de tu necesidad.
Al rato te separas y te encuentras reflejado en la pupila contraria. En la sonrisa espejo, en el rubor de la mejilla que te gusta acariciar.
Y continuarás tu vida intentando buscar la fórmula que desafie a la muerte, sin darte cuenta, sin atesorar, ni pensar que hace un instante te has desprendido de tu propio cuerpo. Que por un momento te has hecho inmortal.

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Pecados  

viernes, diciembre 22, 2006

Tan solo buscaba un lugar donde huir de aquellos que reclaman mi cabeza. Más me cazaron. Y ahora no encuentro la entrada en el sendero del bosque.
Debí quemar la memoria y no acordarme de nadie en aquel fatídico instante. En el instante absurdo en que se hizo el ruido en el desierto y el silencio en el asfalto.
Tan solo debía omitir la risa histérica, el sentimiento de culpa. Más reí. Y acepté la muerte en el estanque de las libélulas brillantes.
Ahora lo entiendo, ahora lo siento. No debí pasar la página, debí quemar el libro.

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Una de leyendas  

martes, diciembre 19, 2006

"Lucien se encontraba en la situación de aquel pescador
de no sé qué leyenda árabe quien, queriendo ahogarse en pleno océano,
cae en medio de un país submarino y lo hacen rey"
BALZAC

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Día 2  

Escribiste: "Voy a ir"
Pregunté: "¿Para qué venir?"
Dijiste: "Para conocernos"
Cayó el telón, la nube negra.
Vuelta al frío del invierno que borra
vestigios de la primavera.
Ya no eres tú ni yo los que habitamos
aquellos cuerpos que se buscaban en la curiosidad
de conocerse en palabras.
Quizas un verso nos bastó
para lanzarnos a la aventura de querer
ser seres diferentes a los que eramos.
¿Cambiaste por mi?
¿Te sientes diferente desde que probaste mi beso?

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Pesadilla  

lunes, diciembre 18, 2006

Que estúpido deseo o pensamiento te hace oir tu nombre ser llamado, en pleno sueño.
La frente perlada de sudor, atada a las sábanas.
Temblar con la mirada ausente y respiro jadeante, mientras sientes el latir del corazón en la boca.
Mirar a los lados y no ver nada, más que oscuridad y cama vacía.
Coger el móvil y comprobar que no existe llamada entrante, ni saliente, ni mensaje, ni nada de nada.
Tener miedo de las sombras que proyectan los muebles.
Te retuerces, te meces, te desesperas, te llamas idiota un par de veces...
Y volver a tumbarte en la cama:
mañana será otro fatídico lunes de diciembre.

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Ensayo sobre la ceguera  

viernes, diciembre 15, 2006

"Dale limosna mujer, que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada"
Tener algún problema en la vista es algo que no le deseo a nadie, ni siquiera a aquellos enemigos que hoy se encuentran lejos. Bien es cierto que con los utensilios adecuados tu vida no cambia demasiado del resto: ponte lentillas, gafas, monóculos... cualquier cosa vale para que te olvides de tu pequeña falta de visión. El problema surge cuando tienes que desprenderte de ellos y surgir al mundo con la mirada más natural que tienes. Ahí, la cosa cambia.
En cualquier libro de poesía, filosofía o ética, seguro que hay alguién que te dirá: "El mundo está tan mal que mejor ser ciego e imaginar paraisos", pero todo es distinto cuando dependes de la vista para que no te pille un coche, para ver si tu autobús llega a la parada, para reconocer caras de la gente, o simplemente buscar el libro que te gusta entre los títulos de un escaparate.
Tan solo identificas manchas, puntitos de luz en la lejanía, y las luces de navidad, que tanto te entusiasman, ahora se confunden con el semáforo en rojo de la esquina.
Y para que hablar de la pizarra de la clase o ese profesor que te pregunta a tí, cuando tu ni siquiera ves a donde mira.
Luego llega la jaqueca. Aquella forjada por la estúpida ambición de tus ojos por esforzarse en ver bien. Que cuando llega la noche deseas tener un cassette en la mano que te diga: "Hola, Marina, ¿quieres jugar a un juego?" Y tu dices: "Sí, pero uno en que me vuele la cabeza."
Sé que estoy exagerando. Que tampoco es tanto la ceguera, no al menos la natural (que ya la otra es cosa aparte). Pero tener la sensación de no ver bien y no poder hacer nada te hace sentir impotente.
Si no saludé a la gente que pasó por mi lado ayer, no penseis que es soberbia o enfado, perdonadme es que soy miope.

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Dia 1  

"Benditas sean las pasiones
que no se rajan cuando pintan sables,
los labios que aprovechan los rincones
más olvidados, más inolvidables."

Quiero pintar atardeceres con tus ojos,
hastiados de ver curvas femeninas
que no te hacen más que mentir,
en calles, pubs, televisiones y fotos.

Deseo cada palmo del cuerpo
que tu alma de juglar hoy habita
transparencias del miedo que te agita
en el sueño que se tiene en pleno insomnio.

Recojo besos que me llegan desde lejos
que se quedan palomas traicioneras,
yo te mando los mios a puñados
de mantas con sábanas de franela.

Y, sobre todo, sueño volver a pisar
los paraisos,
a quince minutos de mi casa.


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Que tengas suerte  

viernes, diciembre 08, 2006

Hagamos un trato. Tu y yo. Los demás sobran.
Puesto que nos encontramos en una situación de difícil decisión y de importancia considerable,
lo echaremos a suertes.
Si algún día te arrepientes de la decisión
maldice a tu fortuna
y mi nombre no lo mientes, que no seré yo la culpable.
Permíteme elegir la simbología
cara: no volverme a ver
cruz: quererme para siempre
Cuando tengas el valor de abrir la mano y comprobar la respuesta será el fin
Me habrás echado a suertes

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¿Me persiguen las rarezas o las busco yo?  

jueves, diciembre 07, 2006

Me doy cuenta que ya no soy como antes, no siento lo de antes, ni pienso como antes. Y tocando con el dedo, ante el espejo, la ojera de la juerga pasada, le sonrío a mi Marina del reflejo. Como si el color malva pudiera palparse.
No recuerdo en que punto de mi existencia decidí que me aburría, ni recuerdo si pensé que debía perseguir rarezas. La cuestión es que a mis veintidos años ya tengo historias que contarle a mis nietos, cada noche al acostarlos. Mientras ellos, abstraidos en el nuevo videojuego de la "PlayStation 2042", gritan: "¡Mamáaaaa, la abuela ya está otra vez con sus historias!" y alguien me defina bien con un: "Dejadla, que ya chochea".
Todos tenemos nuestras historias, nuestras histerias, nuestros amores y desamores. Todos lloramos de vez en cuando y reimos de vez en mucho. Conseguir lo que se quiere, creedme, no es demasiado difícil. Lo difícil es mantenerlo.
Y ahora abro mis manos y las encuentro llenas, y me pregunto:¿Cuánto dura el amor de un ser amado?, ¿la amistad del ser querido?, ¿la enemistad del enemigo?, ¿lo altruista de un regalo?.
Al final te miras en el espejo, te sacas la lengua, el dedo estira hacia abajo la ojera y te dices: "Buuuh!, no refunfuñes tanto, que pareces una vieja", y adoptas la pose de permanente gota japonesa.
"Si lo que no te mata se convierte en experiencia"

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Luna de Granada  

lunes, diciembre 04, 2006

Luna de Granada, luna blanca, pequeña luna, luna plena. Antes luna creciente, mediana luna, falta de luz. Ahora iluminando el cielo más que cualquier estrella, luna llena. No hay ningún lugar mejor para contemplar la luna que en la tierra de Granada, bajo la mirada atenta del Federico fiel, bajo el silencio olvidado de su agua congelada de la sierra al norte. Luna lejana.
Luna de Granada, luna grande desde mi ventana. Dejándose acariciar por otros dedos que andan lejos. Siéndome infiel por esta noche, iluminando a otros amantes que se acarician como yo acaricio, bajo la luna plena de mi Granada errante.
Luna de Granada, ingrata luna. Que se fuga a mi lugar favorito a contemplar la Alhambra, sola, sin invitarme. Luna que te veo desafiar al sol en los días de invierno, altanera en el cielo luces tan hermosa como siempre.
Luna mora, te lo ruego, no me ignores, baja esta noche y métete en mi cama. Y aplaca el calor de pensar en mi amante con tu frio corazón de luna de Granada.

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Síndromes post llegar tarde  

jueves, noviembre 30, 2006

Esta mañana me ha ocurrido algo insólito, inaudito, increible. Algo que desde hacía mucho no me pasaba. Si es que solo de recordarlo se me ponen los pelos como escarpias. Esta mañana, y oíganlo bien, ¡he llegado pronto a clase! ¡Toma Toma Toma! Algo he debido hacer mal porque me he sentido una ¡winner!. Si es que después de tanto tiempo con: las huelgas de autobús, que si me quedo dormida, que si se va la luz y la radio no suena, que si me entretengo en tomarme la leche con galletas (porque yo si no echo la galleta en la leche y espero a que se ponga blandita como que no) y el autobús de las 8 se me escapa... Ya no sabía lo que era llegar a tiempo. Bien es cierto que vas rezando en el autobús: "Que el profesor haya entrando, que el profesor haya entrado..." mientras para los demás resoplas mirando al reloj: "joooder, otra vez llego tarde, si es que estos autobuses." Y claro, si tienes clase a las 9:00 y son las 9:05 pues no vas a entrar ya... ¡Que falta de respeto! (¬_¬). Y ¿qué haces tú? pues irte a ese lugar donde te conocen más que en tu casa: la cafetería. Que entras allí y te pones a saludar a todo el mundo. Porque, y seamos sinceros, los demás también estais ahí. Que tú te acercas a la barra y te pones a hablar con el camarero: "¿Carlos, qué tal?... ¿yo? aquí desayunando para afrontar el día: ¿me puedes poner esos donuts de chocolate, un café y media tostada de tomate? Ah! pero échame la leche desnatada... que ya he desayunado galletas.
Si es que todos los días llegaba tarde. Luego se quejan del absentismo escolar. Yo es que levantarme temprano para nada... Que un día sales y tienes resaca y no vas: culpa de la huelga de autobuses...que un día tienes clase a las 16:00 y te quedas viendo el Aquí hay tomate porque han detenido a Carmen de Mairena: culpa de la huelga de autobuses. Los autobuses, amigos, ¡son el demonio!. Y por eso no voy a clase. Ellos tienen la culpa. Un día llegué a ponerme de huelga: "Oye Marina, no quisiera yo meterme con tu estilismo y forma de vestir, pero ¿no te parece algo exagerado el collar que llevas?" "no es un collar"alegué en mi defensa ante mi hermana "¿te acuerdas de la cadena anti-robo para la bici? ea, es que estoy indigná". Pero esta tierra que piso no entiende de huelgas y lo más que llegué a conseguir fue torticolis y alguna que otra risita, pero los autobuses seguían llegando tarde.
Pero esta mañana no, esta mañana he llegado temprano. Y mira que me he quedado dormida, me he vestido a trompicones, he cogido la magdalena de rigor, y he salido pitando detrás del autobús, que como no, pasa siempre delante en pos de verme botar. El hombre del kiosco cada día me ve correr, que cualquier mañana de estas lo veo con una mesa de plástico de la playa tendiéndome el agua y el bocadillo de chorizo: "Ánimo, ¡que tú llegas!" y yo gritándole: "De chorizo ¡no! que se repiteeee".
El caso es que hoy he elegido sitio, me he parado a hablar con la gente, he ido al servicio (a evacuar el agua) y a mi hora estaba yo: ahí, como una fiera, roncando sobre mi asiento.

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Ameba  

lunes, noviembre 27, 2006

Una vez alguien me dio la mejor lección de mi vida. Y aunque fue una lección que no me gustaría repetir, hoy estoy aquí practicando lo aprendido. Porque no todas las tormentas destrozan casas y no todas las tormentas arrancan árboles. Y ya no tengo nada que decir: todo lo dijo el tiempo y los sueños que reflejan mis miedos por la noche.
Hay guerras que debemos condenarnos a perder, porque el rival es poderoso y las fuerzas flaquean. Y hay personas a las que debemos estrechar la mano y felicitar por nuestra derrota, porque supieron jugar mejor, entre las sombras.
A veces he creido que debía ser mas ameba. Sin cubierta que me proteja, adquirir la forma que me diese la gana y fingir como fingen los demás. Me hubiera ahorrado más de un quebradero de cabeza. Pero aun no sé desprenderme de la membrana pegajosa que recubre mi verdad. Que no tiene que ser la verdad de otras personas, ojo.
¿Se puede sentir culpabilidad por sentirse culpable?. Por una vez le doy la razón a la experiencia. A la sabiduría de las personas que saben manejar la compleja mente de los demás. A ellas sí vale la pena felicitar: partenaires adictas al jaque.
Hoy me he visto en el espejo y he descubierto que la Reina Blanca de Marvel existe. Y no soy yo. Sorprendente felicidad la que ha producido en mí saber que prefiero ser la reina negra en esta partida de ajedrez que me niego a seguir viviendo. Jaque mate, tiro al rey.

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Amén, Forges  

domingo, noviembre 19, 2006

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Echar de menos  

jueves, noviembre 16, 2006

Echar de menos cuando estás en soledad es algo muy fácil. Cuando te encierras entre cuatro paredes y te preguntas qué hacer constantemente. Sentir que te falta alguien cuando hace frío bajo la sábana. O no recibir más que un tic-tac del reloj cuando opinas de algo de la tele. En estos casos, echar de menos es casi inevitable.

Pero, echar de menos cuando te rodea la gente, ríes a carcajadas, bailas, cantas... Comes entre amigos y con amigos. Cuentas tus cosas y los demás asienten, comprenden y opinan. Corres entre la lluvia y los coches; entre semáforos en rojo y el bullicio de Granada. Pensar en alguien mientras subes al autobús, que otra vez llega tarde. Y, de pronto, reconocer olores en la calle. Echar de menos así no es algo mecánico. Ni se hace por aburrimiento ni tristeza.

Y a mí me ha encantado echarte de menos esta tarde.

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Perfectos imperfectos jugando al blá blá blá.  

Ustedes son como a ustedes les gusta ser: perfectos. Los errores que ustedes cometen suelen ser consecuencias de los actos de los demás, es decir, errores de otros. Y si emiten opiniones al respecto es porque, ustedes, son expertos en el tema y además solo saben decir verdades. Ustedes siempre tienen un pie derecho con el que andar. No tienen días grises sino ideas inteligentes que los eviten: como alegrarse de las desgracias de los demás. Son el centro de atención de reuniones y festejos, siempre alardeando de su sonrisa abierta y su interés por los demás. Una palabra vuestra bastará para salvarnos. Ustedes solo son hipocresía y falsedad.
Pues sepan que yo no soy perfecta. Que tengo días grises, dudas, celos, envidias y ambición. Sepan que mis errores son míos y, en consecuencia, los pago yo. Que no me gusta ser el centro de la fiesta. Ni me interesa la vida de los demás.
Y déjenme que les cuente una historia: cuando yo quiero lo hago de verdad. Y no me importa lo que piensen ustedes, ni lo que crean. Si me equivoco o no ya se verá. Que yo no mido mis pasos con métricas que me digan si a ustedes les gusta lo que hago. Que yo no actúo pensando en lo que ustedes opinen, piensen o vomiten. Ni pienso dar explicaciones a quienes no se lo merecen. Y ahora solo les deseo que sean felices (porque yo, a diferencia de muchos, no sé odiar) que ya me encargaré personalmente de mi felicidad. No quieran lavar sus conciencias sangrando la mía.

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martes, noviembre 14, 2006

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De como no te veo en la revolución de las pelusas.  

domingo, noviembre 12, 2006

La revolución de las pelusas ha retornado. Llevo tres días fuera de casa y al volver, ¡ahí estaban!. Nada más entrar he visto la bola de matojo pasando por delante, y yo, que venía despistada y sin esperarlo, he acabado con dos pelusas ninjas en los ojos y en la puta calle como quien dice. Se han vuelto a apropiar de mi habitación. Hasta bigotitos, la rata que salvé de la anterior limpieza gorda, se ha aliado con ellos. Alega que no le gusta que la lleve con correa, que es denigrante para su especie. Dice que prefiere correr libremente por la cama, lavarse cuando ella quiera y comer comida basura con el pecho al aire tatuado con un "Amor de Rata". Yo he acudido al comedor con paso firme y exigiendo respuestas: "Joooooo mamaaaaaá, bigotitos y las pelusas se meten conmigoooo". Y he acabado con una escoba en la mano y un empujoncito de vuelta al cuarto. Si es que todos están contra mí.
Mientras caminaba por el salón he caido: uno que yo me sé está metido en esto. Lleva haciendo apología de revolución desde hace mucho y ahora que me he ido lo ha conseguido. Pero no estabas en el trajín. Mientras los escuchaba tras la puerta celebrando, a lo Asterix y Obelix, un gran banquete de victoria lo he sabido. No te he escuchado alzar la jarra de cerveza.
Y yo así no quiero luchar.
Así que he acabado sentada en la puerta. Agarrada al palo de madera de la escoba, triste, cuál bruja sin niños que cenar. Ahora más que recuperar un cuarto quiero recuperar a un amigo.
Si alguien se da por aludido que llame a un número compartido a las 5 de la mañana (o cuando quiera). Que ya hasta he perdido el miedo de morir de taquicardia cuando me despierto escuchando el móvil vibrar. Que echo de menos hablarle de que hay nieve en la sierra y de que él me diga si éste o aquella hoy le ha sonreido. Que echo de menos que siga siendo mi amigo.
Bigotitos en pose sexy

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Disimulo  

miércoles, noviembre 08, 2006

La sonrisa se oculta tras la mano. Hoy reiré a carcajadas. Eso sí, a escondidas, no sea que alguien lo descubra y quiera impedirlo haciendo algo. Que la envidia corre en vena, como el vino, en esta España que habito. Y si alguien me pregunta ¿qué creeis que les diré?, pues aquí estoy, ...tirando. Que las penas compartidas son menos penas y, ya se sabe, mal de muchos consuelo de tontos.

Hoy reiré a carcajadas, pero por dentro, mientras finjo resoplar como todos cuando el autobús llega tarde. Y gruño de mentira en la cola de cualquier banco. O miro con indignación a los albañiles que no acaban las obras del paso interior, ni del bulevar de Gran Vía, ni de mi piso. Cuando en realidad lo que me preocupa es saber si están tan morenos del sol contaminado de Granada; porque el que pega en mi ventana no calienta ni al pensamiento azul que me agencié por donar sangre.
Y así quizás consiga reirme cuando mi pelo me convierta en el león de la Metro Goldwyn Mayer en los días de lluvia. Pero, claro está, disimulando, disimulando, no sea que alguien descubra que soy feliz mojándome. Y así pueda seguir quejándome, bajo el paragüas de alguien, del barro en mis zapatos.

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Ahora...  


Ahora que me vigila las alturas un hada subida en una luna.
Ahora que collares de colores se guardan en mi joyero.
Ahora que un póster me recuerda que vivo "In the mood of love" y que las jaulas de Faraday son penetrables por tu sonrisa, venida de sorpresa.

Ahora que me descubro sonriendo como antes.
Ahora que un sillón es un palacio donde nunca falta espacio para más de un corazón. Ahora que es un ahora de Sabina.
Ahora que somos parecidos a "Les amants sour le toit" de Chagall, y que busco un golf en cada aparcamiento con la J en la matrícula.
Ahora que deseo que un cascabel tintinee a cada paso.
Ahora que deseo hablar contigo cada día.
Ahora, quizás ahora sea el momento de vivir el ahora.

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Las horas perdidas  

jueves, noviembre 02, 2006

Apunté al corazón tan segura como el temblor de piernas me dejaba. Fuego directo al corazón. Tracé la línea imaginariamente, asegurándome de no fallar, con la luna por testigo y el odio de excusa. Me miraste a los ojos y sonreiste. Abriste los brazos aceptando tu final, y trazaste círculos con el dedo formando diana. Susurraste un te quiero transformado en eco por las paredes del callejón oscuro.
Y yo, imaginando todas las horas perdidas, eché a llorar. Flaquearon mis fuerzas y el arma cayó.
"Miénteme, que me hace tu mentira feliz"

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Micro-relato a un niño de ojos tristes.  

lunes, octubre 30, 2006

Intento buscar lo que quiero en esa pequeña ventana que te muestra a tí y a tu realidad. Y empiezo a creer que puedo. Mi cuerpo desnudo, mi corazón dolido, el pensamiento turbado y la razón ida. ¿Aceptas la locura de seguir conmigo?
Mira que yo no entiendo de estas cosas, y tan solo me dejo llevar. Mira que siempre pierdo lo que tengo, que no sé querer lo que quiero, que dudo y hago dudar. Mira que soy como soy, que lo que tengo muestro y es lo único que te puedo dar.
Niño de ojos tristes y ojerosos, que vela mis sueños cuando yo sueño hablar contigo. Que pérdida de tiempo no aprovechar que estás al lado para tocarte de verdad y tan solo te respondo "ni fu ni fa" (Bien sabes lo que digo).
Mira que yo no entiendo de estas cosas, y tan solo me dejo llevar. Que no he sabido querer lo que más he querido. Que mi cabeza duda y hace llorar. Mira que no soy más de lo que digo.

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A falta de una....  

jueves, octubre 26, 2006

Si es que lo que no me pase a mí no le pasa a nadie. Que vida más rara la mía. Hace unas semanas en huelga porque me faltaban histerias y ahora no doy para más. Por donde empezar a contaros... ¿por las obras de mi portal y los albañiles?, ¿por las veces que llego tarde a clase cada mañana?, ¿por la limpieza y las obras en el bar donde trabajo?¿de la donación de sangre?. En fin, (v_v)'... Creo que empezaré por los albañiles y sus histo(e)rias. Ejem, siéntensen en sus asientos, cojan todo lo necesario para llevar a cabo una lectura interesante. Adentrémonos en el interesante mundo de las obras de un portal.

HISTERIA 1: Diario de unos albañiles, una obra, y del "Mesenamora el alma, Mesenamora..."

(tikitikitikitikiki, máquina de escribir en proceso)
Granada, Lunes 23 de Octubre, año 2006
del calendario Juliano...o eso dice Google.
Zaidin City (seguimos sin ley, ni Dios, ni constitución propia: Independencia YA!)
Un Yoni acaba de recoger a la Yoli en el portal de al lado...le come la boca mientras piensa en
bajarse el nuevo single del Arrebato: Es que te quiero más que Ojú..ojú lo que te quiero..
(not comment)

Querido lector, dos puntos, hoy han empezado las obras de mi portal. Despues de arduas negociaciones, en las que las relaciones vecindales han quedado altamente dañadas, se han aceptado los presupuestos generales del estado socio-capitalista que conforma mi piso. Esta mañana teníamos a un puñado de albañiles preparándose para desempeñar su labor: la cestita del picnic, el mantelito a cuadros, la cerveza, y el reloj que pita cada 5 minutos recordando que es la hora del decimo octavo Lunch (como los llaman "las persianas ingresas").

(tikitikitikitikiki- CLINC!, máquina de escribir en el 2º proceso)
Granada, Martes 24 de Octubre, año 2006
del calendario del Juliano ese.
Zaidin City (ya hemos mandado algunas amenazas: Independencia YA!)
Un Yoni acaba de recoger a la Yoli en el portal de al lado...la espera en el coche escuchando a toda ostia el nuevo single del Arrebato: Es que te quiero más que Ojú..ojú lo que te quiero..
(not comment, again)

Los albañiles contratados han empezado a cambiar los cables y contadores del piso. Una vecina, la Lola, le pregunta al aprendiz si con un cablecito de esos de colores pueden piratearle el Vía Digital. El aprendiz lo duda...se lo piensa...se lo pregunta a su jefe...el jefe duda...se lo piensa...Al final concluye en sentencia: "Claro señora, pero es que eso es ilegal". Alguien comenta la necesidad de embutir los cables para seguridad de todos. Los albañiles se miran, resoplan...algunos se cagan en la vieja por lo bajito.

(Usando tipper sobre el papel de la máquina de escribir, no encuentro la tecla del Supr)
Granada, Miércoles XXV de Octubre, año MMVI
del calendario Juliano. (No confudir con el calendario romano)
Zaidin City (Estamos pensando cambiarnos el nombre: La Independent Zaidin City)
Un Yoni acaba de recoger a la Yoli en el portal de al lado...le come la boca mientras ambos escuchan el nuevo single del Arrebato, algo rayado: Es que te..te.. te quiero más que Ojú..ojú lo que te te te te quiero..

Luis, el jefe de los albañiles, acaba de cerrar la tapa de los contadores. Ahora ordena empezar a quitar el mármol viejo del portal. Miércoles de descanso...hoy no me toca madrugar. Empiezan los golpes a las 8 ¡ME CAGOOO!.... al ritmo del "Mesenamora el alma, Mesenamora..." que canta mi vecina a voz en grito. No puedo dormir. Me levanto y descubro que la electricidad está cortada. No puedo usar el microondas. El antiguo cazo donde calentaba la leche ha desaparecido. No puedo desayunar. Al final, leche fría con una triste magdalena dura flotando. Ay! aun me duele la garganta... Mi vecina afina cada vez mejor las canciones de la Pantoja.

(La máquina de escribir se ha jodido. Está de tipper hasta los ojos. Jo, con el ambientazo que daba escribir en ella)
Granada, Jueves 26 de Octubre, año 2006
del calendario de cualquiera persona normal.
La Independent Zaidin City (conocida comunmente ya como: La IZC..que vagos somos)
Un Yoni acaba de recoger a la Yoli en el portal de al lado...practican "sexo yoli" mientras escuchan el ya no tan nuevo single del Arrebato: Es que te quiero más que Ojú..ojú lo que te quiero..

Hoy he salido del ascensor bien temprano. Ni rastro de los albañiles que me miran el culillo (es que es para no verlo...to' gordo). El portal está completamente agujereado. Me recuerda a mis años en Vietnam. Un agujero aquí, un casco abandonado allí, un albañil muerto de cansancio más allá, la meada del perro del quinto en la esquina. Ainss. He salido a duras penas. He saltado andamios, montañas de piedra. ¿cómo estará a la vuelta?..Lagrimilla mirando atrás.

Visión futurista:

(tikitikitikitikiki, escribiendo a mano, simulando el sonido con la boca.)
Granada, Martes 26 de julio, año 2007, yo que sé de que calendario.
IZC (Independientes al fin. Ahora pedimos que nos reintegren...)
Un Yoni acaba de recoger a la Yoli en el portal de al lado, y al mini yoni...el niño se te tira al cuello si le cantas el antiguo single del Arrebato: Es que te quiero más que Ojú..ojú lo que te quiero... Lo apodan "el niño arrebatao"

El piso de la calle Campoamor, portal número 5 no hace nada más que caer en desgracias. Después de que los albañiles de una antigua obra descubrieran que usar la dinamita para quitar con mas facilidad el marmol del portal causaba "algunos" daños en la estructura del piso, ahora, se afanan por intentar que el piso en sí no caiga. La torre Pisa Zaidinera que la llaman. Que cachondos, los joios. Los habitantes sufren de falta de equilibrio debido a que conviven en un estado curvado todo el día. Mi vecina sigue cantanto el "Mesenamora el alma, mesenamora". Yo sigo sin poder dormir...

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Mujer humo muda su tercera piel  

domingo, octubre 22, 2006

Mujer serpiente, sentada en cama ajena, fuma cigarrillo prestado. Y mira como el humo crea una línea vertical casi perfecta, fino hilo desdibujándose en areolas en la punta. Mujer serpiente, de pensamiento turbado, muda su tercera piel, y lo hace sola.
La sensación extraña, que provoca cada calada, le recorre el cuerpo escamado. Mujer serpiente piensa en mudarse. Mujer humo que escoge las cosas, solo aquello indispensable, para no llevarse el polvo y volver a un mal comienzo.
A la mujer serpiente ya no le queda con que llorar, no hay más que veneno con el que hacer daño. La mujer humo ya no ríe como antes, aunque quisiera. Y se queda sentada ahí, en cama ajena, echando humo por la boca cual lengua viperina.
El cigarrillo se enciende a cada acercamiento de colmillos, los nocturnos ojos se entornan cansados, y mujer serpiente llena los pulmones de nada. Mujer humo sopla hacia fuera e intenta hallar respuesta en la areola formada.
Mujer serpiente sabe fingir. Mujer humo tiene pesadillas en las que acaba volando.
Mujer serpiente, mujer humo, mujer nada.
Mujer muda su tercera piel, en cama ajena, fumando un cigarrillo prestado.

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Oye, colega, ¿tendrías alguna histeria para darme?  

domingo, octubre 15, 2006

No puede ser, no puede ser, no puede ser, ¡últimamente no se me ocurre ninguna histeria!. Ahhhh!. Todo es tranquilo, todo es centrado y en su centro, ayayayaya!. ¿habré perdido mi toque histérico? ¿lo tuve alguna vez?. No puede ser. Ahora los locos no se me acercan por la calle, no veo locura cuando un pájaro hace mortales carpados contra un gato, ni me sorprende cuando mi vecina me felicita por la buena música que puse el otro día a toda pastilla a las 3 de la mañana. Yo, ¡yo!, con lo que he sido, me encojo de hombros y me digo: "Uhm, puede ser".
Pero que sepais que la culpa la teneis vosotros. Ea!, ni me haceis la zancadilla por los pasillos, ni me tirais cositas en clase, no me haceis escenitas amorosas en las puertas, ni salís desnudos por los despachos de la facultad con el culo escrito con : "Capell". (!oye¡, esto último podríais hacerlo, me haríais la histérica estudiante de informática más feliz del mundo).
Y aquí estoy, a moco tendido, histérica de no tener histerias. En una esquina, balanceándome, a ver si os dignais de satisfacerme con una de vuestras locuras. Porque, y esto que os quede claro, la loca aquí no soy yo. No, los locos sois vosotros, yo solo soy una transcriptora de vuestras idas de cabeza. No os equivoqueis.
(PD: mirando a una araña en la esquinita, esperando a que me diga: "¿Qué miras?, colegaaa")

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Lugares olvidados  

Existen lugares que no deberían volver a ser pisados. Bien lo dijo Sabina: "Al lugar donde has sido féliz, no debieras tratar de volver". Aunque se extrañen por lo importantes que han sido. Y pasar por la calle que sube y sonreir, pero pasar. Encantada de haber visitado dichos lares en situaciones determinadas.

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En lago de Elune  

martes, octubre 10, 2006

Anoche soñé contigo, y por primera vez. Asomado al lago donde humedezco mi piel y me escondo del frío mundo, te ví buscar. Alargué la mano en busca del reflejo ajeno, en busca de tu mano ajena. Y la cogiste sin dudar, y tiraste de mí.
Anoche salí del lago de tu mano. Mojada y asustada, pero de tu mano. Y vi que el mundo seguía siendo frío y desolado. Y lloré por él.
Anoche temblé a pesar de tus brazos. Y decidí que no quería estar en superficie, que no quería colaborar en la destrucción del mundo. Y volví a sumergirme.
Anoche, antes de desaparecer de nuevo, te di un beso.
Anoche me quedé viéndote dudar en la orilla. Te sonreí. Ahora, sabes donde estoy. Ven a verme cuando quieras. Serás bien recibido.

Anoche soñé ser paciente

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Heredo  

domingo, octubre 08, 2006

Eva, querida, te jodes. Debiste verlo de lejos con el sexto sentido que nos caracteriza a las mujeres de nuestra clase. Mira que fallar en algo así. Que decepción, mujer. Así que si te echaron del Paraíso y empezaste a tener vergüenza de tu hermosa desnudez, te jodes.
Mira que no ver la serpiente enredada al árbol, y ni siquiera oler la manzana podrida que te brindaba. Seguro que fuiste a hacerle compota de manzana al vago de Adán, para que no se enfadase cuando esa noche volvieras a decirle que no tenías ganas de retozar debajo del cerezo con él. Mira que no ver que no se iría con otra... Como mucho lo haría con el erizo de la estepa este. Y dime sinceramente querida, ¿eso se consideran cuernos?. Debiste haberle gritado: "¡Anda y que te folle un pez!". Seguro que al rato lo ves desesperado metido en el río. Oye, que no hay mal que por bien no venga: ¡al fin se hubiera bañado!.
Eva, ¿por qué no fuiste más lista?. Y si alguna vez te echó en cara lo de su costilla, pues chica, ¡habérsela tirado a la cara!. Y ya de paso le regalas la costilla contraria: ¿tu has visto la cinturita que se le ha quedado a la Paula Vázquez esa? Hasta las flores te hubieran silbado a tu paso.
Y una vez liberada de tu cargo de idiota fiel te hubieras dedicado a conquistar al ser mayor. Que si algo tiene de bueno que Dios se considere hombre es porque tú sí que podrías haber sido infiel. Y ese seguro que caía, pequeña, con tu cinturita nueva. El plan era perfecto: una vez conquistado el gordo, hubieras hecho con Adán cualquier cosa, y el otro, embobado ante tus fingidos orgasmos, hubiera caído a tus pies y te hubiera hasta entregado las llaves del cielo. Sometidos los dos, tú hubieras sido la renia de todo y, !ay¡ otra gallina nos hubiera cantado a las demás. Y ellos dos, solos... la homosexualidad hubiera sido aceptada hace millones de años.
Pero no, Eva, tu no podías pensar tu vida mejor. Te dejaste llevar por el corazón. Por las ganas de abrazar a Adán y de quererle. Te venció su risa y la ambición de hacerle feliz aunque tú no lo fueras del todo. Y le mentías para no herir su orgullo de hombre bajo el cerezo. Pensando que así no te dejaría a un lado.
Eva, sea éste mi llanto y mi plegaria. Hija tuya soy.

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Efervescencia Heidi  

viernes, octubre 06, 2006

Ea, ea, ea, que sí cielo mío, ea, ea, no llores más. Que antes de ayer te caistes en la calle y ahora ya sabes lo que es besar el suelo de verdad. Ea, ea. Sonaba en el mp3 esa canción que enciende la sangre en vena, de ritmos traidores que mueven músculos sin querer, y empezaste a dar saltitos invisibles a la gente: Heidi en plena efervescencia primaveral. Y viste un escaloncito algo más alto de lo que tú acostumbras a subir y pensaste: Con un impulso más fuerte lo superaré y vuelta al prado de flores con Pedro esperando y Niebla al lado. Y mientras el chico más guapo de tu barrio pasaba a la derecha, quisiste realizar la pirueta mortal con tirabuzón mas perfecta jamás hecha, y quedar intacta encima del escaloncito de marras. ¡Ay! ¡que cálculo tan erróneo para alguien que maneja las matemáticas casi a diario! La pierna derecha adelantó su trayectoria y se juntó con la izquierda. Ésta a su vez, sedentaria excepto en tamborilear contra el suelo la canción que suena en los altavoces del ordenador, quedó atrapada en la pernera del pantalón y, cuando el cuerpo bajaba, encontró vacío en el apoyo...y en consecuencia, cayó. ¡Maldita moda la que rechaza el pantalón pitillo! Ea, ea, ea, mi niña.
Y quedaste a cuatro patas en el suelo, cabeza baja, mientras el chico más guapo de tu barrio se retuerce por no echarse a reir, y tu vecina, con muletas, se acerca a ayudarte. A cuatro patas, con tu enorme trasero en pompa. Quisiste salir de tí y patearte.
Pero te levantas rápido, te sacudes un poco (no mucho, porque es la hora de huir) te recompones ropa, cabello y bolso, y echas a andar. Disimulando, mirando abajo, por no ver las miradas irrisorias de la gente. Y casi no andas, corres. ¡Ay! Que vergüenza.
Y se te acabó la efervescencia Heidi, apagaste el mp3 de música traicionera, y quedaste sentadita en la parada del bus, fingiendo no sentir el dolorcito que se formaba en tus rodillas y en tus muñecas.
Y ahora, cuando ves el escaloncito de lejos, echas a temblar. Y te inventas mil caminos que lo rodeen. No sea que el malaje tenga algo contra tí y tú no lo sepas.

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Lecciones de vuelo  




Até sendas cuerdas a mis muñecas.
A las cuerdas sendos pájaros.
A los pájaros sendas alas.
A las alas sendo viento.
Y ahora, aunque me cueste reconocerlo, vuelo. Y te quedas atrás. Con tu alegría falsa y tu mentira falsa de alegrarte de verme volar.
Aunque me cueste reconocerlo, por las mentiras que descubro detrás, vuelo.

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Camino al infierno  

martes, octubre 03, 2006

Todo el mundo es un pecador. Ya lo dijo un poeta: "Si van al infierno putas y borrachos, quedará el paraíso vacío y desolado". Yo soy pecadora...y tú, y tú, y tú. Siento ser yo quien te lo diga.
Se dice que existen siete pecados capitales que son cabeza de los restantes, y me temo que éstos sean demasiados. Debo confesar que los he localizado todos en mí. Uno a uno. Poco a poco. Con y sin sorpresas. Todos en mi.
La soberbia corre en vena. Me creo grande y altanera. Enarco cejas y emito comentarios de poder. Aprendí a usar la hipocresía como aprendí a reir. La pereza me define. Duermo, duermo, duermo. Preferiría quedar sentada en el sillón que correr hacia ninguna parte. Me gusta el ocio en demasía y la curiosidad es mi fuente de saber. Y no creo en la salvación, porque tengo que ganármela. La lujuria me desborda. Se me nota en la mirada, en la forma de morderme los labios. En las bromas, en las palabras susurradas que no escucha nadie. Erotismo en el sueño de cada noche. La avaricia, las ansias de poder y de tener mas de lo que tengo. Mi ambición en el sumo grado de rezarle al dios brillante que tintinea en los bolsillos. La tacañería disfrazada de modestia. La gula a cada instante para calmar las ansias de lo que vives. Comer sin ganas y solo por el placer de probar un dulce. Descubrir el placer de engordar y estar gorda. La ira en cada grito que lanzas. En cada papel que destrozas en silencio, por no dar bofetedas. La ira ante el amigo, amante, ante la nada y la vida. Fruncir el ceño porque no tienes lo que quieres. Mírame la fente y descubre las arrugas marcadas. Y la envidia, mi pecado favorito. Que define lo que soy y he llegado a ser. Envidiando lo que tienen otras personas, lo que debería ser mio.
Todo el mundo es un pecador. ¿Por qué lo sé? Porque a pesar de mis pecados, vienes a mi y me quieres, buscando quizás saber que pecas como yo y nos aceptamos.
Camino hacia el infierno..y me temo por tí que me llevas de la mano.

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Una rana en la cabeza  

lunes, septiembre 25, 2006

Mohor me la ha encontrado esta tarde. Mientras jugaba subido a la farola de la plaza, construyendo su pequeño mundo de spiderman en pañales, la ha descubierto. Ha bajado de las alturas tan rápido como sorprendido y parándose enfrente me ha comentado su hallazgo: "¿Sabes que tienes una rana encima de la cabeza?". Yo, bajo el encantamiento de mujer adulta, he sonreido y le he dicho: "Pues quítamela" jugando a seguir su juego. En esas Mohor ha negado con la cabeza, se ha encogido de hombros y bajo el tono de sabio, que puede adquirir un niño de 5 años, ha contestado: "No puedo, la tienes bajo el pelo, debajo de la carnecita", y se ha vuelto a encaramar a la farola en su décimo intento por coronar la sucia bombilla. Yo he reido a carcajadas ante su imaginación.
Al volver a casa he pasado enfrente del espejo de la entrada y no sé que ha hecho que mirara mi cabeza de reojo en él: será la parte escondida que aún cree en las hadas. Y ZAS! ¡ahí estaba! ¡Había una rana en mi cabeza!. He corrido a mirarme fijamente, pero ya no estaba porque ahora eran los ojos de adulta los que miraban. Pero la vi, Mohor no mentía.
En el cuarto de baño, y algo más calmada, me he quitado la goma que sujetaba mi pelo, he cogido el peine y he apartado el cabello. He rebuscado... os juro que he rebuscado. ¿Donde estás? ¿donde estás?... sal que te he visto..¡sal!. Pero nada. Cuando me he visto desquiciada buscando a la rana me he echado a reir. Que locura. Y he reido, y reido y reido. Sin parar. ¿Así que era eso? Tengo una rana en la cabeza. Una rana que no me deja dormir porque croa por las noches. Que hace que mi cabeza esté baja porque es una rana gorda y pesa. Que me absorve pensamientos y los cambia por pensamientos agua. Una rana, una rana gorda en mi cabeza. Y se trataba de eso y yo sin darme cuenta.
Y un niño de no mas de 5 años la ha descubierto. Subido en la farola la ha visto y me ha avisado de que una paloma se me podía cagar desde las alturas si seguía debajo sentada. Debí contestarle: "Tranquilo Mohor, la rana de mi cabeza me protege. Déjalas que se caguen en ella"

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El hombre del tiempo  

La muchacha corrió al encuentro del hombre del tiempo. Lo oyó bajar por la calle, en su bicicleta vieja, pelo blanco y de edad indeterminada. Había esperado este encuentro desde hace mucho, el hombre del tiempo no pasaba por allí a menudo.
Cuando se encontró a su altura, la muchacha, con el corazón a saltos y los puños cerrados, gritó: "¡Por favor, quiero que desaparezca!". El hombre del tiempo quedó parado y con la sonrisa más atemporal que antes ella había visto preguntó: ¿El qué, muchacha?. Ella balbuceó: "El año 2006".
El viejo quedó sorprendido. Al rato echó a reir y empezó a andar de nuevo.
La muchacha, sin darse por vencida, se interpuso en su camino rápidamente y repitió: "Por favor, señor, borre de mi calendario el 2006" y empezó a gimotear agobiada. El hombre del tiempo dejó de reir y negó con la cabeza: "No puedo hacer eso. Es imposible, alteraría el espacio-tiempo de los demás. El mundo quedaría en caos. Además, aun no has terminado de vivir el resto del año. ¿Qué hay de los meses que quedan por venir?". La muchacha bajó la cabeza: "Por favor, bórrame el 2006 solo a mí. Lo que venga no me importa. Desde el 1 de enero, hasta el 31 de dicembre. Por favor, señor, por favor, bórreme el tiempo".
El hombre del tiempo quedó petrificado. Soltó su vieja bicicleta, la miró y le acarició el cabello.
La muchacha volvió a sonreir...

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Mimo  

sábado, septiembre 23, 2006

Deambulaba por la calle, yo, con la excusa estúpida de ir a comprar algo, que no recuerdo, en una tienda que había dejado ya a dos manzanas tras de mí. Absorta en pensamientos sobre el destino y sus vertientes, me dirigía a comprar algo (que no recuerdo el que) en otra tienda que había dejado ya tres tiendas atrás. Es decir, que andaba sin más, cuando lo ví. Descansaba, si es que es la palabra más adecuada, parado en la esquina más soleada de Puerta Real. En una de esas donde el sol no se oculta nada más que al caer la noche. Vestía todo de gris brillante, la cara, brazos, orejas y cualquier parte del cuerpo visibles, maquilladas de gris. Como accesorios llevaba un chaleco de papel de aluminio, los zapatos forrados del mismo papel, y guantes y gorro de tela color metálico. Me sorprendió altamente verle en su pedastal de cartón pintado (de gris, por supuesto) inmóvil ante la gente, con aquel calor sofocante abrasando su sesera. Que valor, señores, que valor. Me acerqué, curiosa, y lei el cartel que venía pegado a un cubito (grisáceo...para no variar) con algunas monedas en su fondo: "El hombre del futuro".
Me quedé mirándole a la cara fijamente a una distancia bastante corta. No sé porque tuve este impulso, pero estoy casi convencida de que cinco minutos más y el tipo hubiera bajado a darme dos tortas: "¿Vas a echar la puta monedita ya?". Creo que hasta sonrojó debajo de tanto maquillaje (olé yo y mi imaginación) cuando en un instante se le puso la cara morada. Ocho minutos pasaban y el tipo no reaccionaba, ni nadie le tiraba una moneda para que pudiera moverse e insultarme de una vez. La ley de Murphy es infalible, queridos. Yo, más de pena que de otra cosa, saqué mi monedero y le eché en el cubo mi moneda. Sabía que se movería al hacer ésto y que así el tipo buscaría una nueva postura donde le corriese el aire debajo de aquel chaleco de alumnio: que a mi me recordaba a las patatas asadas que pongo de tapa en el bar donde trabajo...pobrecito, que calor.
Cuál fue mi sorpresa, cuando desubrí que el movimiento del mimo iba acompañado de una frase a modo de sentencia: que me ví emocionada ante la oferta 2x1 del Mimo Carrefour. "Tendrás un trabajo de alto prestigio y bien pagado, te lo digo yo, que vengo del futuro". Ohhhhh!. Y quedó en una nueva posición con los brazos alzados (para que le diese el aire en los "sobaquillos", que lo sé yo). Quedé tan gratamente conforme con la adivinación que rebusqué en mi bolso en busca de una segunda moneda: "Tendrás 5 hijos y un marido maravilloso que te hará feliz, te lo digo yo, que vengo del futuro". En esas me vi rodeada del coro Gospel, iluminada, y con el pañuelito secándome las lágrimas emití un "Amén, señor Mimo" que me salió del alma.
Fijaos en mi emoción que empecé a echarle monedas hasta que solo me quedó el euro para volver en autobús. Quedé desilusionada y, sin rendirme, me senté en un banco enfrente de él y esperé a que otra persona consumiera su monedero como yo. Estaba segura que el señor Mimo, cuando me viese allí sentada, emitiría una adivinación para mí con la moneda de otro, en recompensa a la lujosa cena que le esperaba con todo mi dinero en el fondo de su cubito.
Tuvieron que pasar mas de veinte minutos hasta que una madre cediese a los chantajes de su hijo pequeño, que le prometía comerse todala comida si le daba una moneda para echársela al mimo. Apreté los puños nerviosa, miré la moneda caer y esperé mi próxima vivencia futurista: "Tendrás un trabajo de alto prestigio y bien pagado, te lo digo yo, que vengo del futuro". Quedé pasmada. ¿Eso no lo había oido ya?. A la madre le hizo gracia, y echó otra moneda: "Tendrás 5 hijos y un marido maravilloso que te hará feliz, te lo digo yo, que vengo del futuro".
¿Queeeé? No puede ser..les repetía lo mismo que a mí.
Me levanté furiosa, me acerqué al mimo, y le grité: ¡impostor! (bueno solo lo pensé, pero lo tuvo que adivinar porque como venía del futuro...). Y eché a andar refunfuñando: "Aprovechándose de una inocente como yo..con el calor que hace y la lástima que me daba. Mala persona...". Justo antes de perderle de vista, me volví y le grité: "La proxima vez te vistes de Adán, que con la hoja de parra verás que fresquito". Bueno, no lo grité, pero tuvo que adivinarlo porque como venía del futuro...

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24 de Septiembre de 1984  

jueves, septiembre 21, 2006

Cuando nací era morada, poco pelo, ojos cerrados. Mi madre recuerda que me comía los puños: llegué a este mundo con hambre. Me aferré lo mejor que supe a la vida que se me brindaba, aunque no recuerdo bien si fue comprada o regalada, solo sé que venía sin libro de auto-ayuda. Ni un míserio README que leer. Nada más llegar, ya me dieron la cachetada para que espabilara: preludio del futuro. Yo, en aquel entonces, sin vergüenza ni cultura aprendidas, le reproché fieramente al tipo que me sujetaba cual conejo por las patas: "Oye, que yo estaba muy tranquila ahí. Que me habeis sacado vosotros y encima de todo va y me pegas...con el frío que hace aquí". Pero al parecer, con toda la cultura que tenía, era incapaz de entender el lenguaje de un bebé, así que al final opté por callarme: preludio del futuro. Mi madre me vistió de rosa y colocó sendos pendientes en mis orejas, ahí, para que no se me olvidara nunca más mi condición.
Como prácticamente me crié en un bar, pasé buena parte de mi infancia dentro de un parquecito infantil: viendo el bullicio a mi alrededor. Yo, cansada de ver la vida fluir sin mi participación, ideaba tácticas para huir. Alzaba mis manitas a todo aquel que viniera a hacerme carantoñas y comenzaba a sollozar: "Sácame de aquí, hombre, que me aburro. Mira, hacemos un trato: yo te doy mi pelota favorita que está allí afuera, al lado del bolso de mamá. Y tú me sacas de aquí unas horitas." Pero, con toda la cultura que se aprende en los bares, esta gente seguía sin entender el lenguaje de un bebé e iban a por la pelota y me la tiraban en el parque: "¿Querías eso? Ale, a jugar". Acabé tirándome en el parque a dormir: preludio de futuro.
Aprendí a hablar solo de la rabia de que no se me entendiese. Entonces descubrí que el problema no era que no supieran hablar el lenguaje bebé, el problema residía en que no escuchaban: eran sordos. Por más que hablaba nadie me hacía caso, y más de uno me dio un empujoncito diciendo: "calla, no te metas en conversaciones de mayores."
Así que empecé a escribir: aunque me empiezo a temer que el mundo se haya quedado ciego.
Pero, si de algo me acuerdo, es de que nací pura: no había envidia ni rencor. No había celos, no había hipocresía, ni mentiras. No amaba a nadie, no odiaba a nadie, ni había amigos/as que guardar. No tenía ambiciones ni metas que lograr. No había tristeza. No había nada...
Y era en la nada misma donde residía la felicidad.

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Las histerias viajan también  

miércoles, septiembre 20, 2006

He sufrido una clara moción de censura. Mis histerias me han dado un ultimatum: o nos das un espacio más moderno donde desarrollarnos o nos vamos y ahi te quedas, como una persona normal. Yo he dudado un momento y he estado a punto de decirles: "Pues si os vais, me hacéis un craso favor. Ale! andando". Pero he tenido la certeza de que no volverían si hacía eso y he tenido que ceder. Ainss, es indomable el miedo a la soledad.
Me he sentado con ellas en reunión y les he preguntado las condiciones que exigían. Ellas han sacado su lista, debidamente redactada con anterioridad (que bien se lo tenían pensado las mamonas) y me lo han expuesto todo claramente: queremos un lugar más formal donde crecernos, queremos que nos acompañen fotos (una, en esas, ha gritado : ¡De tios buenos!), queremos que pongas un fondo mejor porque el otro, mira, mira lo que hace.. en esas la reunión se ha parado y todas las histerias le han hecho un hueco a otra que sollozaba, temblorosa, al fondo. "A verrr, y a ti ¿que te pasa?" Asustada me ha balbuceado: "Ellas me han amenzado... ¡¡Las niñas flores!!" Y se han puesto todas ha insultarlas.
Yo, poniendo un poco de orden, les he tenido que recordar que todo acto llevado a cabo posee consecuencias: puede que este blog no lo lea nadie que esté acostumbrado a ver la florecita anterior parpadear. Ellas me han mirado irónicas: ¡Y quéee! Si eres tan egoista que esto lo escribes para tí.
Nada, que les he tenido que dar la razón. Y por eso nace este blog. Supongo que también es una forma de cambiar de aires: como no puedo cortarme el pelo, porque ya lo hice; y no puedo cambiarme de cuerpo, porque no tengo dinero; y no puedo comprarme un coche, porque no tengo carnet; y no puedo irme de la ciudad y no volver, porque no tengo adonde ir, y no puedo cambiar de carrera porque no quiero...Pues cambio de blog y que las nenas histéricas viajen un poco. Que no es lo mismo, pero algo es algo.

Histerias, historias y otros cuentos: Que la locura fluya...

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