Echar de menos
jueves, noviembre 16, 2006
Echar de menos cuando estás en soledad es algo muy fácil. Cuando te encierras entre cuatro paredes y te preguntas qué hacer constantemente. Sentir que te falta alguien cuando hace frío bajo la sábana. O no recibir más que un tic-tac del reloj cuando opinas de algo de la tele. En estos casos, echar de menos es casi inevitable.
Pero, echar de menos cuando te rodea la gente, ríes a carcajadas, bailas, cantas... Comes entre amigos y con amigos. Cuentas tus cosas y los demás asienten, comprenden y opinan. Corres entre la lluvia y los coches; entre semáforos en rojo y el bullicio de Granada. Pensar en alguien mientras subes al autobús, que otra vez llega tarde. Y, de pronto, reconocer olores en la calle. Echar de menos así no es algo mecánico. Ni se hace por aburrimiento ni tristeza.
Y a mí me ha encantado echarte de menos esta tarde.
viernes, noviembre 17, 2006
Hay muchas maneras de echar de menos a alguien.
Creo que para mi entras dentro de todos los abanicos posibles, ya esté entre el calor de las sabanas añorando abrazarte para conciliar mejor el sueño, viendo una buena película deseoso de contarte que me ha parecido o cuando miro la luna en cualquiera de sus fases solo para asegurarme que sigues en algun lugar a cien kilometros de mi.
Lo que mas me encanta de echarte de menos es saber que volveré a verte.
Un beso