Ea, ea, ea, que sí cielo mío, ea, ea, no llores más. Que antes de ayer te caistes en la calle y ahora ya sabes lo que es besar el suelo de verdad. Ea, ea. Sonaba en el mp3 esa canción que enciende la sangre en vena, de ritmos traidores que mueven músculos sin querer, y empezaste a dar saltitos invisibles a la gente: Heidi en plena efervescencia primaveral. Y viste un escaloncito algo más alto de lo que tú acostumbras a subir y pensaste: Con un impulso más fuerte lo superaré y vuelta al prado de flores con Pedro esperando y Niebla al lado. Y mientras el chico más guapo de tu barrio pasaba a la derecha, quisiste realizar la pirueta mortal con tirabuzón mas perfecta jamás hecha, y quedar intacta encima del escaloncito de marras. ¡Ay! ¡que cálculo tan erróneo para alguien que maneja las matemáticas casi a diario! La pierna derecha adelantó su trayectoria y se juntó con la izquierda. Ésta a su vez, sedentaria excepto en tamborilear contra el suelo la canción que suena en los altavoces del ordenador, quedó atrapada en la pernera del pantalón y, cuando el cuerpo bajaba, encontró vacío en el apoyo...y en consecuencia, cayó. ¡Maldita moda la que rechaza el pantalón pitillo! Ea, ea, ea, mi niña.
Y quedaste a cuatro patas en el suelo, cabeza baja, mientras el chico más guapo de tu barrio se retuerce por no echarse a reir, y tu vecina, con muletas, se acerca a ayudarte. A cuatro patas, con tu enorme trasero en pompa. Quisiste salir de tí y patearte.
Pero te levantas rápido, te sacudes un poco (no mucho, porque es la hora de huir) te recompones ropa, cabello y bolso, y echas a andar. Disimulando, mirando abajo, por no ver las miradas irrisorias de la gente. Y casi no andas, corres. ¡Ay! Que vergüenza.
Y se te acabó la efervescencia Heidi, apagaste el mp3 de música traicionera, y quedaste sentadita en la parada del bus, fingiendo no sentir el dolorcito que se formaba en tus rodillas y en tus muñecas.
Y ahora, cuando ves el escaloncito de lejos, echas a temblar. Y te inventas mil caminos que lo rodeen. No sea que el malaje tenga algo contra tí y tú no lo sepas.